30 mayo 2013

Burkina Faso, tiene oro luego existe

Gustavo Morales

Burkina Faso es un país de África occidental sin acceso al mar. Hasta hace poco era conocido como el Alto Volta. Los problemas derivados de la descolonización, en 1960, le han provocado conflictos fronterizos con Malí, Níger y Benín hasta nuestros días. La disputa con Níger y Burkina Faso levanta expectación porque varias compañías mineras están listas para buscar oro en diversos puntos de la frontera en litigio.
Ha sido gobernado con mano de hierro por militares de todas las tendencias, excepto la democrática. La influencia de Francia y de las poderosas uniones comerciales le mantuvieron en la inestabilidad durante décadas de golpe de Estado tras golpe de Estado.
Su líder más conocido era Thomas Sankara, que dio el consabido golpe militar en 1983, con el apoyo de la Libia de Gaddafi. Sankara formó el Consejo Nacional para la Revolución (CNR), siendo presidente a los 33 años de edad. Estableció también Consejos para la Defensa de la Revolución (CDR), influido por la experiencia cubana. En  1984 cambió el nombre al país pasando de ser Alto Volta a «la patria de los hombres íntegros». Admirador confeso de Ché Guevara, Sankara compuso el himno del país, diseñó una nueva bandera y cambió el coche oficial Mercedes por los Renault 5. Al año siguiente, Burkina entró de nuevo en guerra con Malí en la conocida como Guerra de Navidad que duró cinco días.
Thomas Sankara fue derrocado y asesinado, en octubre de 1987, en un golpe de estado liderado por su camarada Blaise Compaoré, ministro de Justicia, con la ayuda de Francia.
Compaoré apoyó al criminal de guerra Charles Taylor, ex-presidente de Liberia; armó a los rebeldes RUF de Sierra Leona; apoyó la toma de poder de Bozizé en la República Centroafricana y el golpe de estado de Baré Maïnassara en Níger en 1996. También jugó un papel en la liberación de los rehenes secuestrados por Al Qaeda en el Sáhara. Le gusta aparecer como mediador en conflictos en los que él mismo está comprometido. Es uno de los principales aliados africanos de París.
La constitución de 1991, estableció un sistema de gobierno semipresidencial. En el año 2000 se acortó el mandato del presidente de 7 a 5 años. El parlamento es bicameral.

RIQUEZA
Es uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso bruto per capita de 1.200 dólares anuales y un PIB oficial de 10.000 millones de dólares, gracias a las exportaciones de oro y de algodón. Esta cifra lo ubica como la vigésimo séptima nación más pobre del mundo.
Su alto índice de crecimiento demográfico (6,4 hijos por mujer) junto con la aridez de su suelo influyen en su índice de pobreza. La agricultura representa el 32% de su PIB y supone la subsistencia del 92% de su población. El oro y el algodón son sus principales recursos de comercio exterior.
La explotación aurífera comenzó en 2009. Burkina Faso está entre los 5 mayores productores de oro del continente. La minería en Burkina Faso da trabajo a unas 600 mil personas, de ellos, 20.000 son niños, entre seis y catorce años. El uso de cianuro para la extracción de oro provoca problemas de envenenamientos por metales pesados.
El desarrollo económico de Burkina Faso está lastrado por el ineficiente progreso de la minería, las modalidades climáticas que afectan periódicamente sus cosechas, la débil demanda de sus principales productos de exportación –con la excepción del oro- y la caída de los precios internacionales.
El país tiene una reducida clase enriquecida, capitaneada por la suegra del presidente Compaoré, y financiada por la minería de oro, la exportación de algodón y los donativos internacionales. Una gran proporción de la actividad económica del país está pagada por la ayuda internacional. La Unión Europea (léase Francia) es el principal socio comercial de Burkina Faso. Ni siquiera la presencia creciente de China en África ha llegado a Burkina Faso, dado que el país mantiene relaciones diplomáticas con Taiwan, uno de los principales compradores mundiales de algodón. Otros compradores son Turquía, Singapur, Indonesia, Tailandia y Malasia.
La falta de trabajo causa una muy alta tasa de emigración: por ejemplo, hay tres millones de personas nativas de Burkina Faso que viven en Costa de Marfil. Según informa el Banco Central de los Estados del África Occidental, estos emigrantes envían varias decenas de miles de millones de francos CFA a Burkina Faso cada año.

DEMOGRAFÍA
Burkina Faso tiene una población en torno a los quince millones de habitantes. La esperanza de vida es de 49 años. Casi la mitad de su población tiene menos de 14 años, la edad media es de 17.
La población se encuentra concentrada en las zonas del sur y centro del país. El sida limita la alta tasa de crecimiento de la población.
La principal minoría de su población son los Mossi, el 40% de los burquineses. La mitad de los habitantes son musulmanes (50%); el 30% profesan el animismo y el resto son católicos. Tan sólo la cuarta parte de la población está alfabetizada.
Burkina Faso es un país de origen y tránsito para mano de obra infantil y explotación sexual de las mujeres. Los esfuerzos del gobierno para erradicar estas lacras comenzaron el año pasado.

REFUGIADOS
Los choques armadas desde el 2012 ha provocado que unos 200.000 malienses se hayan refugiado en los países vecinos: Mauritania, Niger y Burkina Faso.
Los ganaderos de Mali se han visto forzados a huir del conflicto en el norte de su país, llevando su ganado al sur y esquilmando los recursos fronterizos de agua y tierra en Burkina Faso. Se trata de cien o doscientas mil cabezas de ganado, según Oxfam, que arrasan las cosechas de los agricultores de Burkina, quienes se sienten invadidos.
Según ACNUR, unos cincuenta mil refugiados han cruzado la frontera con Burkina desde que los islamistas tomaron el control del norte de Malí el año pasado. Muchos han venido con su ganado. En algunos campos de refugiados hay tres animales por persona.

TROPAS
A la llamada de Francia, Burkina Faso ha enviado tropas al conflicto de Malí, siendo las primeras tropas africanas que se unen a las franceses y malienses en la lucha contra los yihadistas de Al Qaeda.

CONCLUSIÓN
Burkina Faso es un firme aliado de Francia. Ha abierto la mano a las elecciones multipartidistas en una transición política controlada. En su interior no se registran problemas graves de islamismo, tiene suficientes con la pobreza que mitiga la ayuda de la Unión Europea. Su población, que vive de la agricultura de subsistencia, y la desertificación del país le plantean suficientes retos. El oro la ha puesto en el mapa visible de África.