28 enero 2015

El "Estado Islámico" crece hacia Oriente, también

Abu Muhammad al Adnani
Abu Muhammad al Adnani, portavoz del movimiento "Estado Islámico", anunció su expansión en las tierras de "Jorasan", que abarca partes de Afganistán, Paquistán y de otros países. Al Adnani comunicó a Hafez Saeed Jan su nombramiento como gobernador de esa provincia de Jorasan. El nuevo gobernador del "Estado Islámico" fue comandante del Movimiento de los Talibanes de Paquistán: Tehrik-e Taliban Pakistan o TTP para la agencia tribal de Arakzai. 


Hafez Saeed Jan
La declaración se produce semanas después de que un grupo de antiguos miembros del TTP formara el consejo (shura) de Jorasán y prometiera lealtad (bayat) al "Estado islámico" en la persona de Abu Bakr al Baghdadi como Comandante de los Creyentes, emir e munin, y califa de los musulmanes. Su nuevo líder ha nombrado a Jan gobernador de la provincia. Junto a él, como segundo, sitúa al mullah Abdul Rauf Jadim, vicegobernador ahora y antes un preso de Guantánamo por ser comandante talibán en el sur de Afganistán. Hasta ahora ha operado en la provincia afgana de Helmand, en nombre del "Estado Islámico".

16 enero 2015

Los daños colaterales de la guerra en Siria somos nosotros




El terrorismo islámico en Europa radica en el hecho de que los milicianos viajan libremente para unirse al Estado Islámico y vuelven entrenados y con una ideología, opina Gustavo Morales el experto español .http://es.rt.com/3i6c

11 enero 2015

Prensa y terror

El terror se centra en generar noticias que mantengan su causa en la opinión pública a través de los medios de comunicación. El objetivo del terrorista es conmocionar a la audiencia, para lo que necesita estar presente en esos medios. Las armas buscan su eco en la opinión pública, esa es la verdadera estrategia del terror. La violencia es un acceso seguro a la prensa, la ruptura del aislamiento de causas irredentas que saben, como André Malraux, «cuánto peso adquiere una idea por medio de la sangre que se derrama en su nombre».

Los terroristas realizan acciones armadas, no porque piensen en «ganar la
guerra» por la vía militar, sino para llevar su causa a los medios de comunicación, cuanto más internacionales mejor, y mantenerla allí lo más posible. Buscan crear un corriente de opinión favorable a sus tesis, por convencimiento o por hartazgo. La prensa se encuentra en el dilema de informar de los atentados, con lo que los terroristas consiguen su objetivo, o no informar para no dar eco al terror e incumplir con su deber primigenio de transmitir noticias. Dado que los «medios mundiales de comunicación de masas no son abastecedores neutrales de información sino creadores y configuradores de cultura» escribe Christians. 

A esto se enfrenta una Europa en la que el propio Club de Roma, ¡en 1991!, reconocía «una pérdida general de los valores que anteriormente aseguraban la coherencia de la sociedad (...) consecuencia de una pérdida de fe (...) y una pérdida de confianza en el sistema político y en quienes lo dirigen». 

Con lo que al final se niega la máxima Rustow: «La autoridad debe cumplir los deberes que le incumben».  Los hechos han ido cediendo protagonismo a las declaraciones en los medios. A los hechos les relevan los dichos en las portadas hasta que los hechos de la acción directa los disipan.

07 enero 2015

Charlie ha muerto

Los asesinatos en la redacción de la revista francesa Charlie Hebdo recalcan que para el salafismo la soberanía es mundial. Ignora las leyes nacionales de cualquier territorio, castiga con la muerte a quienes faltan a sus principios, ya sea en Dar al Islam, la tierra de los musulmanes, como en Dar al-Amn, tierra de asilo. Sus leyes imperan porque se hacen ejecutivas.

Los dibujantes, escritores y policías franceses asesinados no son mejores, ni peores, que los cristianos o musulmanes de otra tendencia, que son masacrados en Iraq y en Siria por el grupo Daesh, el “Estado Islámico”. Constituye un punto de inflexión porque ha ocurrido en Europa, ha sido selectivo y ha requerido de una logística. Es otra célula más de lobos solitarios, como los del atentado en la maratón de Boston, el abatido en el parlamento canadiense y el secuestro de Sidney, ha actuado por su cuenta. Inquietante. Es casi preferible que sean enviados desde algún lugar lejano para recordarnos que la mano del terror es alargada.


Y mientras nos aterrorizamos un poco más, nos recuerdan lo malos que son los franceses porque prohibieron el burka.

Para saber más