17 agosto 2014

Pensando en amarillo

China es la nación con mayor población del planeta casi 1.400 millones de habitantes. Estados Unidos tiene 300 millones y Rusia poco más de 140 millones. El 64% de los chinos, hombres y mujeres, se sitúa en edades de 16 a 56 años. El ejército chino tiene unos efectivos que superan los dos millones de soldados en filas y un millón y medio en la reserva. Si recluta al cinco por ciento del arco de edad mencionado, dispone de casi 75 millones más.  Todo eso y mucho más, con más de cinco mil aeronaves y casi 972 buques de la Armada, a los chinos les cuesta unos 130 mil millones de dólares al año. Pero con resultados: La flota USA suele operar a unos 1.600 kilómetros de la costa de China. Están al alcance de los cazas chinos Su-30 y J-11B, de sus cazabombarderos JH-7 y bombarderos H-6.
   A ello le sumas la creciente presencia china en Asia Central, África e Iberoamérica y tenemos un gigante con los pies de piedra, que no de barro.


10 agosto 2014

El silencio del Golfo atruena Gaza

Habiba Hamid escribe en The Guardian respecto a la ofensiva de Israel en Gaza: “España e Iberoamérica han hecho más por apoyar a Gaza  que sus hermanos árabes.” 
   Las noticias han tenido mucho eco en los informativos de todo el mundo pero ahora los Estados del Golfo Pérsico no han levantado la voz, se han limitado a protestas rutinarias y poco han concretado esa ayuda en hechos. Hace cuatro años, Dubai envió a los palestinos 18 aviones Boeing 747 y C130 con víveres, recursos y medicinas. Arabia Saudí entregó 80 millones de dólares en ayudas. Ahora, el ministro de Exteriores de los EAU, Abdullah bin Zayed, realiza su condena contra Israel en Twitter a pesar de que los EAU tienen el mayor gasto militar per capita del mundo, un 7,3% del PIB, superado, en porcentaje del PIB, por Arabia Saudita con el 11,4%. Ambos por encima de Estados Unidos, 4,7%, y de Israel, 6,3% del PIB.
   La alianza con Estados Unidos, auténtico garante de la seguridad de las testas coronadas de la Península Arábiga, ha pesado más que sus lazos árabes e islámicos. El sha Pahlevi también confió en ellos.