10 marzo 2015

El castigo a la disidencia

En estos días se están desarrollando distintas maniobras de la OTAN que tienen un punto en común: su cercanía con la frontera rusa, en su antigua área de influencia. El general John O'Connor ha llevado al puerto de Riga tres mil soldados y 750 vehículos entre los que se encuentran carros de combate Abrams A2. Las Atlantic Resolve tienen lugar en los Países Bálticos: Letonia, Estonia y Lituanía. 

En el Mar Negro, la flota turca ha finalizado sus maniobras con la Segunda Agrupación Naval Permanente de la OTAN, que continua en el área para desarrollar ejercicios militares también con Rumanía y Bulgaria. 

En Noruega, en el marco de las maniobras Joint Viking, cinco mil hombres y 400 vehículos se ejercitan en la guerra a 300 metros de la frontera rusa.

Desde 1990 Rusia ha ido perdiendo territorio propio y zona de influencia. La OTAN ha crecido y ha ampliado el área de acción, que ahora incluye todo el planeta prácticamente. Las maniobras que tienen lugar en distintos puntos de las fronteras de Putin son una advertencia a Moscú por ser disidente de las tesis de la Casa Blanca en Ucrania y Siria.

Pero Putin no puede retroceder más sin herir de muerte el orgullo ruso.

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